domingo, 1 de febrero de 2009 · 1 comentarios

Impunidad, inimputabilidad y otros males menores.

Dolavon está pasando por un momento muy triste que; es probable; nunca jamás haya sucedido.
En este momento en el cual mueren cientos de niños por una guerra muy difícil de comprender en su raíz más profunda, puesto que en nuestro país nunca existieron diferencias religiosas tan profundas aún siendo un crisol de razas.
En este momento de una enorme incertidumbre mundial respecto del rumbo futuro que le imprimirán los líderes mundiales el cual, modificará inexorablemente nuestras vidas.
En este momento en el cual el país más poderoso de la tierra ha dado un golpe de timón impensado para muchos. País en el cual a los negros les inculcaron; desde siempre; a que cosas podrían aspirar durante toda su vida y sin embargo; tan imposible se consideraba; que entre esas cosas nunca se les mencionó una: ser Presidente. La historia ha cambiado definitivamente.
En este momento, justo en este momento; en el cual debiéramos trabajar unidos para sortear las adversidades, en Dolavon; dos hermanos representando la cara más oscura de la política, siguen con sus intentos de avasallar a aquellos que piensan diferente y no se someten a sus designios. Podría buscar la frase fácil diciendo “lo peor del peronismo” pero, está claro que no pueden ser peronistas por su falta de ideología. Sus actitudes son amorales, no inmorales. El Intendente Municipal, Juan Martín Bortagaray y la Presidente de la Cooperativa Eléctrica, Patricia Inés Bortagaray, que de ellos se trata; creen que pueden implantar el miedo e impedir que se investiguen todas las irregularidades que cometieron y siguen cometiendo en beneficio propio.
Pedir mi juicio político contando con la complicidad de las cuatro marionetas con que maneja el Concejo Deliberante, no impedirá que salgan a la luz y sean del conocimiento del pueblo los muchos hechos sucedidos en la Cooperativa y en el Municipio.
Contrataciones en “negro” llevaron a resoluciones extrajudiciales lesivas para la institución y para los usuarios con costos superiores a $ 20.000. No debe perderse de vista que si bien la responsabilidad es de la Presidente, la culpa es del Consejo de Administración; no alcanza el suponer que la aparente personalidad bipolar de la Presidente y su consecuente posible inimputabilidad le puede quitar la pesada carga de ser la “Responsable”.
Contrataciones como la del sistema cloacal del cual se desconoce su finalización y puesta en funcionamiento; a empresas fantasmas contra lo dictaminado por el art. 120, inc.b) de la Ley 4829 y contando con la “colaboración” de los integrantes de la Comisión de Pre Adjudicación han transformado una anterior administración radical honesta y transparente en una gestión plagada de hechos de corrupción. Un funcionario público que desprecia las Leyes con las cuales debiera regirse es potencialmente “Corruptible”.
El pueblo no deja de ver todos estos intentos y, no los olvidará al momento de pensar seriamente en un cambio que dignifique las Instituciones del pueblo.