El Intendente Municipal de Dolavon, está equivocado!

Esta afirmación, que parecería alcanzar únicamente al Jefe Comunal esconde; de manera subyacente; una realidad infinitamente más grave. El mayor perjudicado con todo este “juego político”; implementado por él y llevado adelante por su brazo ejecutor el bloque de Concejales Justicialistas; es la comunidad de Dolavon por quien juró de forma demagógica el día de su asunción.

Le faltan a nuestro Intendente Municipal; claros valores morales y éticos que son anteriores a la Constitución y al Estado mismo. Son valores inherentes a la condición humana. El pueblo de Dolavon que lo votó, y también el que no lo acompaño coma forma de rechazo a la gestión que estaba llevando adelante, está viendo conculcados sus derechos, a partir de una obsesión irracional del señor Intendente Municipal.

El, que tendría que ser el primero en cumplir con las Leyes y con la Constitución Provincial y Nacional es quien promueve; de manera inconstitucional y no reconociendo a las minorías; la destitución de un Concejal de la Democracia. Su lugar está en el Palacio Municipal gobernando para toda la comunidad, despojado de banderías políticas y sin distinciones o privilegios. Su propia incapacidad; que ha sido puesta en evidencia al no haber sabido llevar adelante obras qua hacen al desarrollo del pueblo, no le permite asumir el daño Irreparable que le está haciendo a ‘su comunidad”.

El triunfo electoral Inobjetable; que una gran parte de la ciudadanía le dio a Juan Martín Bortagaray; no debiera utilizarlo como vehículo de su mesianismo.
Sus discursos, actitudes y gestos, hacen inexistente el debate y el diálogo necesarios; aún en el disenso; lo cual se transforma en un golpe bajo a la Constitución, a la sociedad y; muy especialmente; a la Democracia. Se exige de un gobernante; para con su pueblo; una mayor humildad y en consecuencia no tanta soberbia inútil.

El bloque de Concejales Justicialistas también se equivoca; y termina enredado en un juego de complicidades; cuando responde ciegamente a los designios de su “jefe político”, desconociendo la existencia de la objeción de conciencia y la declaración de inconstitucionalidad de la Ley de Obediencia Debida.
Lo que todos esperan de sus representantes; a través de quienes gobierna el pueblo; no es una actitud Intolerante con el que piensa distinto, sino una prudencia y mesura, exigibles para poder lograr la unidad de una comunidad aún en el disenso. El futuro debe encontrar un pueblo unido y pendiente de su desarrollo y; el gobierno municipal en su conjunto, debe bregar permanentemente por ello de manera inclaudicable.

La Unión Cívica Radical, desprecia este accionar que indica claramente que existe una estrategia del oficialismo, para acallar las voces disidentes en el Honorable Concejo Deliberante; lugar en el cual algunos sostenemos que no todo está bien en Dolavon, y que cuando lo queremos decir; nos quitan las bancas que son nuestra principal herramienta de trabajo.

Pero tenemos muy claro, que la única lucha que se pierde es la que se abandona.


Bloque de Concejales - Unión Cívica Radical

Arq. Jorge Alberto Uzal
Gervasio Dario Frasser
José Luis Conrad