La Hora del pueblo.

Juan Martín Bortagaray emite opiniones muy difíciles de rebatir. Es Justicialista y; como todo Justicialista; tiene el derecho a querer ser candidato a Gobernador por su partido. Postura políticamente correcta. Puede mostrar hacia adentro de su partido; tres elecciones consecutivas en las que terminó triunfante; la última con casi el 70% de los votos. Quién puede decir que no es legítimo que tenga apetencias y pretensiones más allá del Municipio. Todo lo dicho es correcto desde una posición estrictamente política pero, todo político cuando no está besando a un niño, le está robando un chupetín o está mintiendo. Ahora bien, falta en esta ecuación; lo más importante de todo: la gente.
El Intendente sabe que sus triunfos no se correlacionan con un mayor bienestar de su gente, producto de una gestión clara y de cara a sus conciudadanos donde el amiguismo y la ventaja no existen; solo la ética y la moral de un gobernante de un pequeño pueblo. Sabe que lo obtenido tiene su base; en la dadiva que se acepta por necesidad; en el miedo por perder lo poco que se pudo obtener; el miedo a dejar de ser considerado para un terreno o una casa, el miedo a perder el trabajo.
Quién puede desconocer que la zona rural tiene agua potable y gas, el pueblo una sucursal bancaria, un Juzgado de Paz, un edificio municipal, algunas cuadras con cordón cuneta, algunas otras con pavimento, un sistema cloacal para gran parte del pueblo, un cuartel de bomberos, la calle 25 de mayo nueva, una confitería en el gimnasio, y quizás me olvide de algún otro logro. Pero, ¿de él o del Gobernador? a quién le interesa mucho más su postulación a la presidencia que la gente de Dolavon. Aunque para Das Neves, no hay pueblo chico o pueblo grande.
Porque; quién puede desconocer que la participación del pretendido secretario de obras públicas, no es beneficiosa para el pueblo; que la participación de algunos integrantes de la familia del Intendente en distintas posiciones, no es beneficiosa para el pueblo; que cuatro concejales manejados desde el edificio municipal a control remoto con una ignorancia supina sobre todo lo relacionado con el pueblo, no son beneficiosos para el pueblo; que la obra de la red de cloacas genere en la comunidad tantas dudas no contestadas, y la sospecha que la ejecución está a cargo de una empresa fantasma detrás de la cual están el Intendente y su secretario de obras públicas, no es beneficioso para el pueblo; que frente a la enorme carencia de viviendas y necesidades de la gente haya; hace más de dos años; once viviendas paradas, no es beneficioso para el pueblo; que el Intendente Municipal no se ponga al frente de su pueblo para defenderlo y exigir que se traslade a dos condenados que están libres en la comisaría; a la cárcel, no es beneficioso para el pueblo; que los Concejales oficialistas no hayan presentado en todo el año ninguna Ordenanza dirigida a mejorar la calidad de vida de sus vecinos y que no sepan; por ignorancia; debatir las propuestas presentadas por la oposición, no es beneficioso para el pueblo; que se persiga al local bailable “El Pingazo” y se tolere cualquier transgresión de “El Jagüel” por amiguismo, no es beneficioso para el pueblo; que los Concejales falsifiquen Ordenanzas transfiriendo tierra fiscal de manera ilegal, no es beneficioso para el pueblo; que se habilite que en una zona industrial funcione un local bailable, no es beneficioso para el pueblo; que permanentemente se intente menoscabar la honorabilidad de los Concejales del radicalismo porque no se sabe debatir ideas, no es beneficioso para el pueblo; que el presidente del Concejo oculte información no permitiendo debatir Ordenanzas que hacen a la salud del pueblo, no es beneficioso para el pueblo; que el Consejo de Administración de la Cooperativa no llame a Asamblea Ordinaria, no es beneficioso para el pueblo; que el Intendente Municipal no cumpla las Ordenanzas que el mismo promulga, no solo no es beneficioso para el pueblo sino perjudicial para todos los vecinos.
La gente; cuando se le miente con tanta impunidad; en algún momento se cansa y comprende que nadie tiene el derecho a adueñarse de sus sueños. Porque; ciertamente nadie puede arrogarse el derecho de quitarle a la gente sus esperanzas, su dignidad, su derecho a una vivienda digna para ellos y sus hijos, el derecho a trabajar sin que se la discrimine por raza, credo o ideología. Que se privilegie siempre a gente de fuera del pueblo, está mal; pero claro, esto siempre posibilita posibles negocios ilegales imposibles de realizar con los vecinos Al señor Intendente Municipal de Dolavon, no le importa su gente, solo sus apetencias políticas y económicas.